lunes, 8 de febrero de 2010

Un estudio preclínico descubre que un derivado de la morfina puede ser más potente y presentar menos efectos secundarios.

- Un equipo de investigación español descubre un derivado sintético de la morfina, más potente y con menos efectos secundarios

- El estudio, publicado en la revista Journal of Medicinal Chemistry, ha recibido el premio convocado por la Fundación Grünenthal, en colaboración con la Cátedra Extraordinaria del Dolor “Fundación Grünenthal” de la Universidad de Salamanca

- El equipo ganador, formado por investigadores del CSIC y de la Universidad de Salamanca ha demostrado que al modificar la parte sacarídica de un metabolito de la morfina, se produce un efecto analgésico cien veces más potente y dos veces más duradero que el fármaco original.

Con motivo de la festividad de Santo Tomás de Aquino, ha tenido lugar en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca la entrega del Premio Fundación Grünenthal a la Investigación en Dolor 2009, otorgado a un equipo formado por nueve investigadores del CSIC y de la Universidad de Salamanca. El estudio premiado ha hallado un derivado sintético de la morfina que muestra un efecto analgésico más potente y con menos efectos secundarios que este opiáceo. El galardón, dotado con 5.000 euros, ha sido convocado por la Fundación Grünenthal, en colaboración con la Cátedra Extraordinaria del Dolor “Fundación Grünenthal” de la Universidad de Salamanca, con la finalidad de fomentar y reconocer la investigación científica en el campo del dolor, tanto agudo como crónico.

Bajo el título Synthesis, Conformation, and Biological Characterization of a Sugar Derivative of Morphine that is a Potent, Long-Lasting, and Nontolerant Antinociceptive, el trabajo premiado explica cómo un derivado sacarídico de la morfina tiene una capacidad analgésica cien veces más potente y dos veces más duradera que el fármaco original, además de presentar menos efectos secundarios. Este trabajo ha sido publicado en la revista Journal of Medicinal Chemistry (J Med Chem., 2009, 52 (9), 2656-2666) y en él se describe el desarrollo preclínico de este compuesto.

Para llegar a esta conclusión, se ha analizado un metabolito natural de la propia morfina, el M6G, con probadas propiedades analgésicas. “Se reemplazó su parte sacarídica por otro azúcar simple, la manosa, dando lugar a un nuevo compuesto: morfina-6-alfa-D-manósido”, explica Gregorio Valencia, investigador del CSIC y uno de los autores de la investigación. “Cuando lo administramos en ratas demostró ser cien veces mas potente que la morfina sin producir tolerancia tras una administración prolongada, ni cambios en la presión sanguínea ni en el ritmo cardíaco”.

Nuevos analgésicos para mejorar el tratamiento del dolor crónico

A pesar de que el 11% de la población padece dolor crónico[1], todavía sigue siendo un problema sanitario para el cual no se ha encontrado una solución completamente efectiva. Además de afectar al estado físico, tiene fuertes repercusiones en la calidad de vida de las personas que lo sufren, ya que provoca alteraciones emocionales, problemas sociales, incapacidad laboral e incluso un elevado coste económico.

Todos estos hallazgos, así como la metodología del estudio, su originalidad, su interés científico y los avances que proporciona en el actual abordaje del dolor, es lo que ha llevado al jurado a otorgar el Premio Fundación Grünenthal a la Investigación en Dolor 2009 a este trabajo. “Investigaciones como la premiada abren nuevas vías terapéuticas en el tratamiento del dolor crónico y severo, y de ahí que haya sido reconocida con este galardón”, según Guillermo Castillo, director de la Fundación Grünenthal.

El equipo ganador está integrado por los investigadores del CSIC: Gregorio Valencia, Gemma Arsequell y Mariona Savatella del Instituto de Química Avanzada de Cataluña; Alfonso Fernández-Mayoralas, del Instituto de Química Orgánica General (centro del CSIC en Madrid); Marco Fontanella, Chiara Venturi y Jesús Jiménez Barbero, del Centro de Investigaciones Biológicas (centro del CSIC en Madrid); y Ezequiel Marrón y Raquel E. Rodríguez del Instituto de Neurociencias de Castilla y León, de la Universidad de Salamanca.

Sobre Fundación Grünenthal

La Fundación Grünenthal es una entidad privada sin ánimo de lucro, con plena capacidad para obrar y recursos propios. Con su lema “Abriendo caminos”, la Fundación define su carácter multicultural, su componente internacional y su dedicación a la formación, divulgación de conocimientos científicos, colaboración con Sociedades Científicas y apoyo a la investigación. Estas actividades se desarrollan fundamentalmente en los campos del Dolor, la Medicina Paliativa y las Enfermedades Neurodegenerativas.

martes, 2 de febrero de 2010

El «iPad» también revolucionará la medicina actual.

La tecnología digital y los dispositivos portátiles forman parte esencial de la asistencia sanitaria a los pacientes.

Escasas horas después de su presentación mundial, es difícil predecir si el 'iPad', como ya ha sucedido con la mayoría de 'gadgets' de Apple, ofrecerá beneficios en el campo de la Medicina. Todo parece apuntar a que sí. En la actualidad, el 'iPhone' y el 'iPod Touch' cuentan con más de 10.000 aplicaciones informáticas centradas en la salud del ciudadano (un podómetro, un medidor de la frecuencia cardiaca, una calculadora del índice de masa corporal...). No sólo eso. Son muchos los médicos que ya emplean estos dispositivos para telemonitorizar a los enfermos: controlan sus constantes vitales sin ni si quiera estar en el hospital.

«Usar los teléfonos de alta gama como instrumento de trabajo ofrece grandes posibilidades, es un elemento de cálculo y de información. Además, permite la comunicación con médicos y pacientes», explica Miguel Ortiz, director de Sistemas del Hospital de Torrevieja (Alicante), uno de los centros españoles más informatizados y en el que los especialistas están muy acostumbrados a usar las agendas electrónicas (PDA) y el 'iPhone' en su quehacer diario.

Por lo tanto, como ha sucedido con el teléfono de Apple, es presumible que el 'iPad' acabe por imponerse también en la Medicina. «Habrá que valorarlo primero, no se trata de tener siempre el dispositivo de última generación sin que éste sea realmente útil», matiza Ortiz. Quizás el área que más 'coja' está, en cuanto a la monitorización a distancia, es la del envío y el manejo de las imágenes médicas. Quizás ahí tenga mucho que aportar la nueva 'tableta' de la multinacional informática.

La semana pasada, un estudio aparecido en 'American Journal of Roentgenology' valoraba el uso de sistemas como la PDA o el 'iPod Touch' para visualizar una radiografía de muñeca o un TAC (Tomografía Axial Computerizada) de cabeza. Al compararlo con las estaciones de trabajo de los hospitales, ambos dispositivos resultaron igual de eficaces a la hora de identificar trastornos como una fractura de muñeca o una hemorragia intracraneal.

En el citado centro alicantino, ya es pura rutina que el radiólogo de guardia no tenga que desplazarse al hospital para ofrecer un informe sobre una radiografía. Eso sí, para realizar el diagnóstico necesita emplear un ordenador y un monitor clásicos. «Todavía no disponemos de la tecnología necesaria para poder transmitir las imágenes con la suficiente calidad a los dispositivos portátiles», apunta Ortiz. Como él mismo añade, «en poco tiempo, podrá viajar todo tipo de información. Ya contamos con las suficientes técnicas de seguridad, los datos van encriptados, y con la tecnología 3-G se puede hacer casi cualquier cosa».

Aunque es imposible predecir lo que traerá el futuro, y mucho menos en avances tecnológicos, parece que esta década, la que se inicia en 2011, está llamada a ser la de la medicina digital. Así lo sostienen expertos como Eric J. Topol, del Instituto Scripps de Ciencia Traslacional (Estados Unidos), que publica un comentario al respecto en la revista 'Science Translational Medicine'. Para él, la tecnología sin cables y la genómica serán los ejes del futuro. En el caso de la primera, serán esenciales los sensores que monitoricen continuamente a los pacientes, sobre todo a los crónicos, o los dispositivos portátiles. Esto, combinado con la información genética, mejorará la posibilidad de «prevenir enfermedades» con un componente hereditario. Por ejemplo, se podría controlar con un sensor 'wireless' el nivel de glucosa en la sangre de un paciente con riesgo de sufrir diabetes mellitus.